Hoy
día se sabe a ciencia cierta que determinadas alteraciones y enfermedades se
relacionan con desequilibrios en la alimentación, ya sea por exceso (obesidad,
problemas de tensión, colesterol elevado…) o por defecto (falta de vitaminas
y/o minerales, etc.). Por tanto, alimentarse no sólo consiste en comer para
vivir o para saciar el hambre, es algo mucho más complejo e influyen numerosos
factores; ambientales (costumbres y cultura, modas y medios de información,
entorno familiar, entre otros) y otros personales como el sexo, la edad, las
preferencias, la religión, el grado de actividad (sedentaria, ligera,
moderada), el estado de ánimo y de salud (enfermedades o problemas de salud).
Por todo ello, se considera que una alimentación es adecuada si en verdad es capaz
de cubrir las necesidades del organismo; de acuerdo a las características
personales, con el fin de alcanzar o mantener un buen estado nutricional y de
salud.
Pirámide de la comida
La
pirámide alimentaría representa de forma gráfica los principales y más importantes
alimentos que debemos ingerir para mantener una alimentación balanceada,
equilibrada y saludable. El gráfico se lee de abajo hacia arriba, pues los
alimentos que están en la base son aquellos que se deben ingerir en mayor
cantidad y diariamente. A medida que se acerca a la punta de la pirámide,
indica una disminución en el consumo y de preferencia de manera ocasional.
Grupo 1: Cereales, tubérculos, fideos y pan
En la base de la pirámide, se
encuentra el grupo de los cereales, tubérculos, fideos y pan. Estos son los
alimentos que debemos ingerir en buena cantidad; deben ocupar un tercio del
plato. A este grupo pertenecen el arroz, la avena, la cebada, el pan, los
fideos, las papas, el maduro, el verde, el camote y todas las harinas.
Estos
alimentos contienen carbohidratos que constituyen el combustible necesario para
un buen funcionamiento del cerebro, pulmones, corazón y para mantener una
temperatura adecuada del cuerpo, también sirven como fuente de energía para
realizar las actividades diarias tanto físicas como mentales, por ejemplo
caminar, correr, jugar, leer, estudiar.
IMPORTANTE: el consumo excesivo de carbohidratos hace engordar.
Para personas con sobrepeso u obesidad, el primer paso consiste en limitar las
cantidades de carbohidratos, especialmente el arroz blanco.
Grupo 2: Frutas y verduras
Después
del grupo 1, el grupo de alimentos más importante es él de las frutas y
verduras. Su consumo tiene que ser frecuente y variado. En cada comida las
verduras crudas o cocinadas deben ocupar un tercio de plato. Es recomendable
consumir de 5 a 7 porciones diarias de vegetales y frutas. A este grupo
pertenecen todas las frutas y verduras, menos el aguacate y el coco que se los
considera como grasas.
Las
frutas y verduras contienen altos niveles de fibra, vitaminas y minerales,
elementos importantes para que el cuerpo funcione bien y pueda protegerse de
enfermedades como la gripe, la anemia y la osteoporosis.
La fibra es parte de la estructura de la fruta y
verdura. El cuerpo no la digiere pero es muy importante para optimizar la
digestión. Ayuda a prevenir el estreñimiento, a disminuir los niveles de
colesterol, controlar el apetito y el peso.
Las
vitaminas son sustancias necesarias para la vida que el cuerpo no puede
producir, los minerales, al igual que las vitaminas, son sustancias necesarias
para la vida que el cuerpo no puede producir. La diferencia radica en su
composición química. Ejemplos de minerales son el hierro y el calcio, con
respecto al calcio podemos decir que el mismo se encuentra
en las hojas verdes como la espinaca y la acelga, papaya, pera, durazno, uva,
lima, limón, mandarina, naranja, higo, kiwi, frambuesa, zanahorias, brócoli, y
espinacas y el hierro se encuentra en todas las frutas
y verduras en pequeña cantidad. Las frutas y verduras que contienen más hierro
son el melón, frutilla, grosella, guayaba, durazno, frambuesa, uva y
vegetales de hojas verdes.
Grupo 3: Productos lácteos, carnes, pescado y mariscos, huevos y leguminosas
Este grupo reúne los dos niveles siguientes de la pirámide.
Estos alimentos deben consumirse diariamente en cantidades menores a los dos
grupos anteriores: un poco menos de un tercio del plato. A este grupo
pertenecen los productos lácteos (leche, queso y yogurt), las carnes (res,
pollo, cerdo, chivo, cuy, conejo, pavo, pato), el pescado y mariscos (atún,
sardina, camarones), los huevos (de gallina, de codorniz) y las leguminosas
(haba, lenteja, fréjol, garbanzo).Estos alimentos son importantes porque
contienen muchas proteínas que son como bloques de construcción para los
tejidos del cuerpo. También son ricos en minerales esenciales como el calcio
y el hierro.
Grupo 4: Grasas, azúcares, postres, golosinas y gaseosas
Este
grupo de alimentos se ubica en la punta de la pirámide ya que no es
recomendable ingerirlos diariamente en gran cantidad.
Las grasas: Las grasas o lípidos son beneficiosos para el
organismo si son consumidos en cantidades limitadas. Junto con los
carbohidratos, son fuente de energía para el organismo y también ayudan a
absorber las vitaminas liposolubles.
Las
grasas buenas: son
en general de origen vegetal como el aceite de oliva, de girasol, de maíz
crudos, las nueces, almendras, maní, pepas de zambo y zapallo, aguacate y coco.
Las grasas malas: son en general de origen animal como por ejemplo la
manteca, la mantequilla, la piel de pollo, la grasa de las carnes. Aumentan el
nivel de "colesterol
malo" y riesgos de enfermedades cardiovasculares.
Los azúcares, postres,
golosinas y gaseosas: En lo posible debe
evitarse el consumo de los alimentos de este grupo. No presentan mayor
beneficio para el organismo. Un consumo exagerado favorece el sobrepeso
y las caries dentales.
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